Que alguien sea facho no quiere decir que sea mala persona. De hecho creer que alguien es «malo o bueno» es de facho.
Ser facho está de moda, prácticamente todos mis contactos en las redes sociales son liberales, de derecha, anti estado, de centro derecha, y similares. Sin embargo el facho del 2021 no es el mismo de los 50s, 70s, 90s, hoy día hay una gran variedad, incluso ateos, (antes iglesia y milicos eran inseparables), usan pañuelos de colores, la religión fue reemplazada por la etica de Disney etc. Los gobernantes de ultra-derecha están en auge, podes ser presidente sin haber leído un solo libro de política o historia, captas miles de adeptos con un tweet y cada vez más países están siendo gobernados por esta ideología de Tik Tok.
Sin embargo el facho sigue siendo ortodoxo, está atento a los matrimonios nobles, a la propiedad privada sagrada, al trabajo «bien ganado», al consumismo como terapia, a la familia como pilar de la sociedad y a la violencia como forma de reprimir todo lo que se deba prohibir.
Recordemos que el fascismo Europeo nació hace 100 años como una «tercera opción» ni derecha, ni izquierda, a favor de un estado protector del trabajo nacional, el orden, la seguridad y contra las monarquías. Una teoría razonable, que en la practica mutó a otras injusticias y se ramificó en nuevas ideologías: neonazis, skinkeheads, Pamelas David, etc.
Sin embargo esto sucedió con todas las ideas políticas y sistemas de gobierno.
La democracia como la conocemos hoy es un concepto moderno, poco más de 200 años (100 en Argentina), vs las monarquías que probaron ser funcionales por más de 1.500 años.
Todos los sistemas de gobierno fallan tarde o temprano ya que están basados en lo que nosotros creemos que le conviene a los demás (¿a la mayoria?). El sistema no es el problema, el problema es el humano, quien se cree un ser superior, divino, noble, honorable, lejos de la naturaleza mundana. El problema nunca es la herramienta, sino cómo se usa. Y la realidad es que somos hambre y miedo, con perfumes caros.
El ciudadano cree que debe haber gente virtuosa en las instituciones, en la iglesia, en la gerencia, en el gobierno, en las escuelas. Quiere creer en «salvadores» y Mesías cual madres y guerreros que se sacrificarán por un bien mayor. La realidad es que somos todos iguales, no conocemos a los demás, no seríamos amigos de nuestros jefes porque el que está sobre nosotros suele ser más basura que nosotros.
La mayoría de estos nuevos fachos no se consideran de derecha, si le preguntas suelen decir que son:
- Anti-comunistas/socialistas
- Apoliticos.
- Anti-gobiernos corruptos/populistas
- Anti-estado protector/pobres
- Conspiranoicos.
- Pro-empresas /empresarios.
- Y los más tradicionales: Liberales, Nacionalistas, militaristas, eclesiásticos
As su vez podemos ordenar a los fachos de menos a más virulentos en:
- Facho cheto
- Facho viejo
- Facho de oficina
- Facho nacionalista
- Facho de clase baja (el más peligroso)
Analicemos cada uno de estos perfiles:
El facho cheto:
Suele ser alguien que ha vivido toda la vida en el mismo barrio con la familia, no hay pasado grandes penurias (levantarse a las 4am a hombrear bolsas sería una penuria), conoce la vida de la clase baja por amigos y la mucama que jamás le contaria lo que sucede en su barrio. Es simpático, y su homofobia, xenofobia y/o aporofobia (rechazo a los pobres) son más una posición entre sus conocidos que algo pensado, es el menos consciente de lo que sucede a su alrededor, o en el Pais, el Jipi con OSDE puede llegar a vacacionar por el Norte, pero preferirá mil veces Brasil y Miami y todo lo bello «de moda» y de moda está Bolsonaro.
No existe de por si ni lo lindo ni lo feo, son conceptos adquiridos, construidos, totalmente subjetivos a quien está razonando cuando está percibiendo algo u a alguien. Recordemos que «lo bello» siempre dependerá de quien esté en el poder de turno (lo bello era el sufrimiento en el medioevo, la blancura de la piel de los que no trabajaban, etc). Estas ideas tan arraigadas tienen que ver en cómo pensamos al mundo, aun hoy creemos que lo bello, lo bueno y la verdad son lo mismo, y que son entes que algún Dios creó y debemos obedecer, cuando nada de eso existe.
El cheto viene de familia trabajadora, conoce a los que trabajan en la empresa/estudio de Papá, es Manolito. En sus versiones más extremas son Rugbiers, basan sus creencias de que aquellos sujetos que están en situación de vulnerabilidad no tienen nada que aportarle a la sociedad. Se expresa en la indiferencia al sufrimiento ajeno, en insultos, agresiones y en distintos actos cotidianos de los ciudadanos. Este odio a los que menos tienen, es construido por los medios de comunicación y la casta política que fomentan la discriminación y exaltan los valores meritocráticos, individualistas y egoístas.
En el mundo del facho cheto hay buenos USA y terroristas que son pobres porque quieren.
No están educados para pensar individualmente, pero sobre todo, nunca se les han presentado alternativas al pensamiento que tienen, su familia, novios, amigos, ídolos en las películas piensan igual. A esto se le llama «la inocencia de la maldad», hay que ser ignorante en las posiciones e ideas contrarias a uno para estar tan seguro que algo es real.
El facho viejo:
Cualquier jipi de los 60s ahora es tu gerente. Por más revolucionario que hayas sido de joven, de viejo querés orden, tranquilidad y «cada cosa en su lugar». Y eso de «bajar la edad de imputabilidad», «pena de muerte» y «mano dura», ya no suena tan descabellado. Uno ya tiene suficientes problemas propios, menos salud, menos ingresos, eso de gastar los impuestos en escuelas gratis para pobres/vagos muta rápidamente a gastar los impuestos en cárceles. Los chistes tienen que ser más directos, uno le escapa a lo rebuscado.
La jubilada de zona norte promedio dedica 9 horas a mirar TN, Canal 13, Chimentos de la casa rosada, de la alta sociedad, Etchecopar y similares (el promedio del espectador de TV en 2021 es de 75 años) por lo que gran parte del día está sesgando su realidad. El miedo vende y éstos son miedos ortodoxos: extranjeros, corralito, dolar, ladrones engañando y torturando jubiladas.
¿Cómo no odiar al mundo?
El facho de oficina:
Uno asocia al facho con taxistas, estancieros, jefes.. pero la mayoría de los fachos que he conocido son oficinistas, informáticos en mi caso. De vida cuadrada, trabajo, gimnasio, auto, boliche, novia, esposa y amante, vacaciones en Brasil, familia en el mismo barrio por generaciones, siempre con coche, asentados, una vida genérica, incluso miran la TV. Son altamente hipócritas y gustan de criticar a la izquierda, pero sin ir a marchas.
La empresa tambin acrecenta este sentimiento de «pertenencia», laboralmente se utiliza la idea de que «te pongas las camiseta», en todas las cadenas de comidas adoptaron la idea de «emblemas» y condecoraciones, te dan un Ping, te felicitan, se hacen reuniones, mandan mails cada vez que se cierra una venta grande, posters y banderas se alzan por todos los pasillos de la empresa.
Son altamente mediáticos, amoldan sus opiniones a lo que ven en TV, Facebook, instagram, grupos de Whatsapp, etc; hay cierta conformidad, su zona de confort es sagrada. Tiene posesiones materiales que debe cuidar, una reputación frente a amigos, vecinos y familiares, siente que vale por lo que tiene y juzga a todos por esta regla. Desde la escuela privada, secundaria privada, la UADE y los amigos Rugbiers le han enseñado que el mundo es asi, los que tienen es por esfuerzo, los que no, no se han esforzado lo suficiente, odia a todos esos negros que le han afanado el autoestereo a lo largo de su vida.
El Facho nacionalista:
El famoso inimputable. Tiene un arraigo con su tierra, su pueblo, su ciudad, su familia, ha veraneado en la misma playa toda la vida. Esto ademas de denotar un cerramiento al mundo en si, también refleja el miedo que le tiene a todo lo que no es «bien como uno». Alguna vez puede cambiar Miramar por Cariló.
No teme enfrentar a la injusticia y asistir a marchas de Milei.
El problema es que todo este circo al que dicen pertenecer y al que critican es una fantasía dentro del marketing de los Politicos, ese sentimiento de «democracia» no existe, no es natural ni le interesa a nadie, el unico sentimiento real es el sentimiento de territorialidad, el que se despierta cuando vemos alguien sentado en nuestra silla, cuando un desconocido habla con nuestra novia, cuando dos tipos merodean largo rato fuera de nuestra casa, la territorialidad es un derivado del miedo, es el miedo mezclado con adrenalina, listo para despertar nuestra furia si es necesario defendernos a nosotros y a nuestras cosas, es algo que despertamos cada cuatro años en los mundiales, es necesario recordarnos continuamente nuestras guerras y el mal que pueden hacer los extranjeros, para ponernos al servicio del estado.
Pero al final el sentimiento de «pertenecer» está en crisis es cada vez más débil, hoy constantemente nos mudamos, de hogar, de país, de novia, de esposa, de familias y hasta de lenguaje. La familia está mutando por lo que despierta aun más extremismo para «proteger» la ortodoxia.
El facho de clase baja:
El pobre de derecha es tal vez el más extremo, a él le han vaciado la casa, acuchillado esperando el bondi, le han violado alguna esposa o hija, vive en lugares donde se produce y distribuye droga y por consiguiente donde hay más violencia, ésta persona mira con suspicacia a sus vecinos. No tienen grandes herencias ni grandes egos, se vive el día a día, no se sienten cómodos entre chetos pero estan de acuerdo con la pena de muerte.
Este es el facho que odia desde lo más profundo a los más marginados, a esos que «roban» y «matan» porque si. No espera nada del estado.
Suelen trabajar en zonas de alto poder economico (zona norte y algunos sectores de GBA y CABA) son los vigilantes de los countries, los que arreglan sus heladeras, piletas, aires acondicionados, hasta son los policias de estas localidades y son muy respetados ya que trabajan bien, no quiere trabajar en donde ellos viven, donde no hay ley y donde siempre queda libre quien mata, y lo saben en carne propia.
Estos «fachos de derecha» han aprendido a empatizar con los dueños y clientes de estas zonas vacanas, copian sus pensamientos, se camuflan para recibir propinas. Asienten ante cada dicho de un dueño de empresa. Así sobrevive.
Su forma de ser feliz es simple, si se puede consumir, está todo bien, salir, disfrutar, cumbia, a veces un perfume, a veces zapatillas.
Desconfía fuertemente de la politica, del estado y de todo lo que éste ofrezca, desde vacunas hasta la educacion. La gran mayoría del planeta no tiene educación terciaria, pocas veces universitaria y con razón ya que cualquier tipo de crisis económica obliga a millones a abandonar sus estudios. No se los puede culpar por esta actitud y de compartir ideas simplista como «Porqué no somos como Australia…», «Así tratan a los violadores en Iran…», «La mentira de las vacunas…», etc.
Bonus: El facho del «voto castigo»
El descreimiento en quienes gobiernan es tan viejo como los gobernantes, pero la novedad en estos últimos años para «castigar» al sistema político es «elegir al que menos tenga que ver con el sistema» para que dirija al país, que por alguna razón suele ser alguien de ultra-derecha (jamás alguien de izquierda), uno diría que es razonable ya que suelen ser liberales prometiendo eliminar al estado, planeros, inmigrantes, etc.
Y la realidad es que termina ganando algun millonario y hace lo de siempre, pero con sus amigos empresarios en vez de con los punteros de siempre.
Recordemos que la política dentro de un sistema democratico es apenas el 20% del poder de un país, 25 si sos muy popular.
Conclusión:
Cosas que unen a todos estos perfiles:
- El facho cuestiona los derechos adquiridos y su solución a todo es «el derrame de riqueza».
- El facho gusta de prohibir: recriminar, vedar, vetar, condenar, privar, denegar, excluir, restringir, proscribir, suprimir, quitar, anular, imposibilitar, evitar y reprimir derechos. Es su forma de gobernar.
- Cree firmemente en la «meritocracia», cree que aprendió a leer solo, no necesita el derecho de poder ir a una escuela, todo lo ha hecho solo con el sudor de su frente.
- La gente «es» (nace así) los pobres lo son de gusto, el rubio es virtuoso por se rubio. El presidente de izquierda es «evidentemente» de izquierda por cómo habla, cómo viste, etc.
- Lo único más importante que Dios es la propiedad privada, de hecho Roca sería Jesus encarnado.
- Algo curioso: Las fachas suelen fijarse más en los detalles estéticos, corbatas, coches, carteras, alfombras de marca… Critican que un zurdo use Rolex pero no les molesta que un Presidente de derecha sea dueño del peaje por el que pasa todos los días; porque «seguramente se ganó todo eso trabajando».
- El facho es altamente hipocrita, es como un Taliban con mucho dinero, y se suele casar joven por conveniencia.
- El sesgo de confirmación está muy marcado, un facho ya tiene esas ideas en la mente desde la crianza, solo ha encontrado un famoso que las exterioriza en los medios. Le es dificil ponerse en los zapatos del otro o concebir otra forma de vivir o pensar (punto 1).
- Son re-vendedores de ideas de otros, no se les cae una idea original, es casi genetico.
- El nivel de faches es proporcional al tamaño de su coche y bandera nacional.
Sin embargo:
- Usar un pañuelo celeste no te vuelve facho.
- Ser rico no te hace facho.
- Tus ideas de que las cosas «Deben ser a tu manera» te hacen facho.
¿Cómo se arregla el mundo? sencillo… como siempre «se arregló».